sábado, 16 de abril de 2022

EL NIÑO DESAPARECIDO (relato)

 

Un día, los hijos llegaron a la cocina para desayunar e irse al colegio, pero para esto, resulta que cada hijo estudiaba en un colegio diferente.

Jorge ya se iba solo al colegio, el cual era el Instituto Manuel de Romero. Él se iba caminando porque le quedaba muy cerca la escuela, salió, pero para eso, Doña María le dijo que tuviera cuidado al cruzar el puente, porque se estaban viendo muchos secuestros, pero a Jorge todo le valía, todo lo que su mamá le decía, y se fue a la escuela. Su papá, el señor Roberto, se fue a dejar a Michel y Brian a la otra escuela.

Pasó el tiempo, y al llegar la hora de salida, el señor fue a recoger a los otros niños. Cuando llegaron a casa, su mamá les dijo que esperaran a Jorge para comer. El señor Roberto dijo que empezarán a comer, porque el joven no llegaba. Luego empezó a oscurecer y Jorge nunca llegó a su casa.

Salieron a buscarlo a casa de sus amigos para ver si estaba con ellos, pero no se encontraba con ninguno. La mamá se preocupó mucho y dijo que fueran a los hospitales para ver si les había pasado algo. Así que se fueron, pero tampoco aparecía. También acudieron a la estación de policías, mas no estaba. Empezaron a platicar con el policía y activaron la Alerta Amber.

Pasarán los días y Jorge no apareció. Lo dieron por perdido.

El día martes 25 de septiembre, los policías marcaron a la familia Morales diciendo que habían encontrado el cuerpo de Jorge. Ellos fueron a ver y sí lo reconocieron. Se pusieron muy angustiados y empezaron a llorar.

Pasó el tiempo y los hijos fueron creciendo, poco después la familia se mudó de casa y no se volvió a saber más de ellos.


Brenda Paola Sánchez García

1° E

viernes, 15 de abril de 2022

LA HISTORIA DE MIRABEL (cuento)

 

Un día soleado, Mirabel, una chica de 18 años y piel blanca, alta y guapa, estaba caminando por el parque con su amiga Elisa, que la invitó a una fiesta:

Mirabel, ¿vamos a una fiesta?

No sé, no quiero.

Sí, vamos y así te distraes un poco.

Está bien pero solo un rato.

Sí -gritó Elisa de emoción.

Fueron las dos y ahí conoció a Jack, un amigo de Elisa. Pasaron el resto de la fiesta juntos.


Pasó un año y se hicieron novios. Una tarde fueron al parque y hablaron.

Mirabel, ya que llevamos tiempo juntos, ¿quisieras casarte conmigo?

Sí.

Pasaron los meses y tenían todo preparado. Llegó el día de la boda y se casaron, sin embargo, se enteraron de que Jack estaba enfermo del corazón. Una noche se sintió muy mal y murió. Mirabel se encerró y no salió de su cuarto por una semana y fue su tía a verla.

Hola, mi niña, ¿cómo estás?

Muy mal.

¿Por el peor día de tu vida?

Sí.

Mirabel, yo sé cómo regresarlo a la vida.

No, no se puede.

Yo sé magia.

¿Me podrías enseñar tú y que Jack que regrese?

Sí.

Volvieron a pasar los meses y ella aprendió, pero solo en luna llena lo podía hacer el encantamiento.


Un día fue al mercado con su mamá y conoció a Ricardo, quien al verla se enamoró perdidamente. Y le habló, pero ella no le hizo mucho caso.

Se fueron conociendo y Mirabel empezó a sentir algo por él, pero se concentró más en revivir a Jack. Al salir con Elisa, hablaron:

Se ve que Ricardo te quiere.

No lo sé, después de lo que pasó.

Date la oportunidad.

Está bien, lo pensaré.

Ricardo le pidió salir y ella aceptó. Pero cuando llegó la noche, Mirabel intentó revivir a Jack y todo salió mal. Le reclamó a su tía y discutieron, entonces agarró un cuchillo y la mató. Después de eso, terminó con Ricardo y, de tanto dolor, se quitó la vida.


Paola Flores Bernardo 

1° C



jueves, 14 de abril de 2022

LA MARIPOSA MONARCA (cuento)

 

Había una vez una mariposa monarca que se llamaba Vigorosa, porque era muy fuerte. Y decidió ir al palacio de la serpiente Furiosa.

Pasó por las montañas heladas y se encontró al primer soldado: El Sapo Saltarín. Y la monarca combatió contra él y al final le ganó. La mariposa Vigorosa vio a su amigo el oso Day, que le preguntó:

¿A dónde vas?

Al Palacio de la serpiente Furiosa.

¿Puedo ir contigo?

Claro.


Siguieron caminando y se encontraron con el segundo caballero, que era un Puerco Zen, y les dijo: «Si quieren llegar al palacio de la serpiente, tendrán que combatir contra mí, y el último soldado será el siguiente en avanzar».

Combatieron contra él y al final le ganaron por la fuerza.

Luego localizaron al dragón Vigoroso, el hermano de la monarca Vigorosa, pero era malo y al final también le ganaron en batalla.


Por fin llegaron al palacio de la serpiente Furiosa y ella les dijo:

Han combatido bien, pero me temo que aún falta más.

Entonces salieron más guerreros contra ella y la batalla duró y duró. Llegaron más animales malos y el ruido que hacían todos los combatieron era demasiado. Pero, al final, ganaron la pelea y así vivieron en paz.


 José Manuel Téllez Flores

1° A


miércoles, 13 de abril de 2022

EL ZAPATERO QUE ARREGLÓ MAL UNOS ZAPATOS (relato)

Había una vez un zapatero que se llamaba Jorge, era muy reconocido ya que componía muy bien los calzados. Vivía en un pueblito y en una ocasión recibió una carta de un señor llamado Dorian pidiendo arreglar un par de calzados. El zapatero, sin ninguna duda, después de una semana, entregó el par de zapatos, pero fueron enviados de vuelta unos días después de que el paquete fuera recibido pues Dorian no quedó a gusto con la reparación. Así que fue personalmente a hablar con el humilde zapatero y se dijo:

-       Voy a ir a hablar personalmente con el zapatero.


Al día siguiente, por la mañana, entró a la zapatería y, dirigiéndose al mostrador, dijo:

Buenos días, ¿se encuentra alguien?

Enseguida le respondieron amablemente.

Sí, claro, ¿en qué le puedo ayudar?

Y respondió: -Estimable señor, cómo le he pagado a usted, me encuentro aquí, ya que no estoy satisfecho con el trabajo hecho porque el zapato no me entra.

¿Cómo ha sido que el zapato no le entra?

Ha pasado que hace unos días le escribí una carta para pedir que arreglara mis zapatos, ya que yo no estaba en casa y tuve que hacer el envío.

Pero dígame, ¿qué es lo que he hecho mal?

- En un principio, no me había dado cuenta, pero después los miré detalladamente hasta darme cuenta de que los encontré un poco deformes, un tanto duros y resecos. Yo sé que es normal, soy razonable, unos zapatos remendados siempre van a tener cambios. Pero esto me parece excesivo.

- Sí, sí, claro, entiendo el problema, señor. Y sí, claramente recibí su carta y está bien. Le ofrezco una disculpa y le pido que me dé una segunda oportunidad para volver a trabajarle esos detalles, si usted me lo permite.

- Está bien, me parece razonable. En todo caso, esta vez, si quedan bien, le mandaré otra carta con un agradecimiento y una buena recomendación.


Brittany Guadalupe Mirón Silva

1° B 

martes, 12 de abril de 2022

EL DELFÍN Y EL CARACOL (fábula)

 

Lejos de una playa estaba un delfín que no tenía nada que hacer y estaba muy aburrido. Un día, paseando al lado de la costa, el mamífero encontró una hermosa caracola de color blanco y dorado. Nadó hasta llegar a ella y la saludó.

Sal para que hablemos.

Así que la babosa salió del interior, igualmente saludó al mamífero, pero al ver al animal marino, empezó a burlarse de él y le dijo.

Qué feo eres.

A lo que el delfín respondió.

- ¿Por qué te fijas en las apariencias físicas si lo importante es lo de adentro? Te daré un consejo: No te fijes en la apariencia.

Pues yo no te haré caso y seguiré fijándome en las apariencias de los demás -dijo el caracol.

Pues no me hagas caso -dijo el delfín al caracol- allá tú.


Más tarde, el mamífero vio pasar al animal con su caracola dañada y le preguntó:

¿Qué te pasó? -y el otro respondió.

- Resbalé y terminé cayendo y se destrozó mi caracola. ¿No te burlarás de mí?

A lo que el delfín respondió:

No, ¿por qué lo haría?

Porque ahora estoy destrozado y soy feo -contestó el otro.

Eso no es malo, ni mucho menos es algo para burlarse.


Moraleja: No debes discriminar a las personas por su apariencia física.


Daniel Robles Duarte

1° C

lunes, 11 de abril de 2022

JOSUÉ, EL NIÑO HUÉRFANO (cuento)

 

Josué era un joven travieso qué le gustaba jugar fútbol con sus amigos y le decían Paco, nadie sabe por qué. Todos los días él salía a jugar, incluso iba al parque, y un día, estando allá con sus amigos, al terminar el partido en el atardecer, regresó a su casa y se llevó una terrible noticia: su mamá había fallecido de un paro cardíaco.

Lloró mucho ya no salí a jugar por la pérdida de su mamá. Semanas después, sus amigos lo fueron a visitar para invitarlo a jugar, pero esos jóvenes fueron groseros porque él ya no quería salir y se burlaron de él diciéndole «Huérfano» cuando el salía a la tienda o al parque. Siempre le gritaban huérfano. Por esta situación, ya no quería salir.

Un día sufrieron un apagón en la ciudad y ninguno de sus supuestos amigos tenía veladoras. Paco o, mejor dicho, Josué, sí tenía. Ellos le pidieron unas como un favor. Pero él no aceptó por lo grosero que había sido con él. Entonces se le apareció un ángel que era muy reluciente. Se trataba de su mamá que le dijo a Josué:

Hijo, comparte las veladoras, no debe ser egoísta. Ellos se equivocaron, pero tú eres bueno.

Entonces él fue y le dio unas veladoras a todos.


 José Gabriel Gallego Rodríguez

1° E

 

domingo, 10 de abril de 2022

LAS TRAVESURAS DE ZEUS Y KIARA (relato)

 

Te cuento que hay un perrito que se llama Zeus. Es muy travieso y comelón, le gusta jugar mucho con su dueña. Ella lo cuida demasiado, también lo ama mucho. Pero es Zeus es muy dormilón y no le gusta dormir con otras personas más que con su dueña. Tampoco le gusta alejarse de ella y cuando ella va a trabajar, él se pone triste.

También te digo que le gusta pasar el tiempo con sus hermanos, se siente seguro con sus congéneres. Y su dueña y ellos lo aman tanto como él a ellos. Sus hermanos también son traviesos. Entre ellos, la más traviesa es la pequeña, que es Kiara.

Zeus y Kiara son los más latosos de todos: le quitan la comida a los demás y se hacen del baño en donde sea. Su dueña se enoja mucho, los regañan para que no lo vuelvan a hacer y así.

Luego de toda la semana, les toca baño y después del baño se tienen que ir a dormir… ¡pero espera!, olvidaba decirte que antes de ir a dormir, su dueña les da de comer y así pueden ir a dormir tranquilos, igual que ella.

Para su dueña es un desastre cuidarlos, porque ellos por sí mismos son desastrosos, pero, aun así, los ama. El amor entre ellos nunca cambia ni cambiará.

Yoselin Herrera Rodríguez

1° D