Había una vez una mariposa monarca que se llamaba Vigorosa, porque era muy fuerte. Y decidió ir al palacio de la serpiente Furiosa.
Pasó por las montañas heladas y se encontró al primer soldado: El Sapo Saltarín. Y la monarca combatió contra él y al final le ganó. La mariposa Vigorosa vio a su amigo el oso Day, que le preguntó:
- ¿A dónde vas?
- Al Palacio de la serpiente Furiosa.
- ¿Puedo ir contigo?
- Claro.
Siguieron caminando y se encontraron con el segundo caballero, que era un Puerco Zen, y les dijo: «Si quieren llegar al palacio de la serpiente, tendrán que combatir contra mí, y el último soldado será el siguiente en avanzar».
Combatieron contra él y al final le ganaron por la fuerza.
Luego localizaron al dragón Vigoroso, el hermano de la monarca Vigorosa, pero era malo y al final también le ganaron en batalla.
Por fin llegaron al palacio de la serpiente Furiosa y ella les dijo:
- Han combatido bien, pero me temo que aún falta más.
Entonces salieron más guerreros contra ella y la batalla duró y duró. Llegaron más animales malos y el ruido que hacían todos los combatieron era demasiado. Pero, al final, ganaron la pelea y así vivieron en paz.
José Manuel Téllez Flores
1° A
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