viernes, 8 de abril de 2022

LA NIÑA PERDIDA EN EL BOSQUE (cuento)


Estaba una niña en un oscuro bosque con su mamá, iban pasando tranquilamente cuando, de repente, su mamá recibió una llamada urgente. Así que contesta y deja de poner atención a su alrededor, así que no se dio cuenta de que se habían llevado a su hija más adentro del bosque.

La niña tampoco se dio cuenta de que su mamá no estaba, ya que ella estaba jugando en el bosque con su muñeca. Después de un rato, se cansó y se quiso ir a casa, fue al lugar donde se quedó su mamá y vio que no estaba. Al instante gritó:

- Mamá, ¿dónde estás? ¿Mamá? ¿Dónde está mi mamá?

Nadie respondió, así que, por miedo, agarró su muñeca y llorando se sentó en una piedra. Pasaron muchas horas y todavía no aparecía su mamá por ahí y la niña todavía estaba llorando sentada con su muñeca.

De repente, unas señoras oyeron ruidos en el bosque y decidieron ir a ver lo que causó el ruido. Fueron sigilosamente a ver, pero no sabían lo que les esperaba. Encontraron una muñeca tirada, con sangre, y el cuerpo de una pequeña también llena de sangre y graves heridas.

Decidieron llevarla al hospital más cercano lo más rápido posible, pero las heridas eran lamentablemente graves. Cuando llegaron al hospital, se había desangrado mucho y no se salvó. Falleció la pequeña en el hospital.

Al otro día, la mamá se enteró y fue corriendo, ya que estaba en un viaje del trabajo y no le había importado si estuviera bien o mal su hija. Sin embargo, la señora le explicó a los judiciales que era su culpa y los policías entendieron y un juez le dio sentencia por cinco largos años, ya que había confesado haberla descuidado y darle más importancia a su trabajo.

Después de ese tiempo, la señora salió de la cárcel. Seguía triste y llorando, diciendo que todo era culpa suya y decidió ir a dar la vuelta al parque para que se le pasara, pero empeoraron las cosas ya que vio una mamá con su hija.

No podía más con la culpa y decidió suicidarse en un acantilado profundo. Y así fue: se suicidó llorando y diciendo «Todo fue mi culpa, no debí hacer eso».

Pasaron los días, y unas personas que pasaban por allí caminando hallaron el cuerpo lo reportaron y la enterraron. Como no tenían ningún rastro, la enterraron sola y nadie la fue a visitar.


Samantha Nicole Bélez Gómez

1° A

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